miércoles, 10 de junio de 2009

CANIBALISMO SOCIAL

Acto 1: Unos cuantos titiriteros demagogos conversan, beben licor y planean ser los nuevos flamantes dueños de tierras que no son suyas, que por llamarse peruanos piensan que les pertenecen y hacen escarnio de la grandeza disfrazada de miseria de otros.

Acto 2: La indiferencia de sus actitudes y sus actos frente al dolor humano parece engrandecerles, sintiéndose omnipotentes seres sobrenaturales que pueden mirar por debajo del hombro tras esa máscara de falsa humanidad y respaldo solidario.

Acto 3: La sangre corre a raudales en un valle de sombras, carcomido por la ambición y avaricia. Los alaridos, los temerosos sollozos de HUMANOS que claman por paz y justicia, por el NO a la perturbación de su comunidad, se convierte en el embravecido látigo que sale de sus rasposas gargantas dispuestas a azotar al infame traidor que les arrebata sus tierras, sus familias, sus vidas.

Acto 4: Los ladrones de vidas, desde sus cómodos asientos abren sus bocas fingiendo alarma y preocupación. Saliendo a la población mostrando desasosiego, llamando “hermanos” a aquellos caídos que son realmente simples peones de un macabro plan dentro del juego diabólico llamado democracia.

Acto 5: La culpa no la tiene nadie, en los dos bandos hay heridos, inocentes, torturados, delincuentes verdugos en busca de victimas esclavizadas por el yugo del poder.
Pantomimas de guerra y de paz, ridículos ademanes de salvación y desgarradores cuadros de desamparo emocional.

Me es imposible no ver la televisión, no leer un periódico y enterarme de lo que pasa a mí alrededor estremeciéndome frente a estos acontecimientos. Mi interés no es ponerme del lado de nadie, ni politizar los hechos. No hay excusa para tales acontecimientos, no importa quien lo empezó ni como acabará. Lo que importa es PARAR con esta estúpida barbarie.

2 comentarios:

  1. No puedes hacer seudolírica de una cuestión así. Vaya la necedad es insensata. Las obras de arte lo son porque reflejan cierta realidad. No creo que debas ser tan...metafórico en una realidad cíclica y de mucha crítica. Vamos!

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  2. Tenemos una sociedad dolescente que aún no se ha dado cuenta de su participación en el juego del vivir... sigue siendo espectadora de un presente trágico y anhela un futuro incierto...

    La justicia es injusta para unos y es justa para otros... en asuntos así, de verdades relativas y terminologías humanas, a veces, no hay mucho por decir: ¡Pero se debe hacer algo!

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